De lasciva, nada
La colombiana de ascendencia libanesa, que aprendió a tocar la guitarra a los once años y a quien echaron del coro del colegio por cantar con más vehemencia que los demás, siempre ha proclamado su vocación de jardinera. Además, su vida ideal tiene poco que ver con sus lascivos movimientos de cadera.
¿A qué se dedica entonces la emprendedora Shakira ahora que por fin tiene tiempo de pasar una temporada en su finca de Maldonado, en Uruguay? A pasear por su verdes prados, hacer jogging -incluso guitarra en mano-, trabajar en su próximo álbum y soñar con su Antonio.
Pero sigue sin llegar el momento de casarse con De la Rúa, y así lo ha hecho saber en una entrevista exclusiva para el periódico uruguayo El País. "Lo de la boda es algo de lo que me he enterado por ustedes, los periodistas", se queja Shakira convencida de que un día si da ese paso hará trizas su relación.
Hijos sí, boda no necesariamente
Hace tan sólo unas semanas se filtró la información de que la cantante y Antonio, el hijo del ex presidente argentino Fernando de la Rúa, habían estado tramitando los papeles para casarse en un juzgado de Montevideo. Shakira ironizó sobre esta "noticia" asegurando que espera "que si me voy a casar me envíen primero la invitación". Afirmó además que nunca se acostumbrará a que los medios hablen, sin saber, sobre su vida privada. Pero no desveló su miedo atávico a dar ese paso que en su entorno se espera y desea.
Paradójicamente en la entrevista Shakira revela sus pensamientos más íntimos, ligados a la relación que mantiene con su pareja. "Fantaseo con tener hijos, con vivir una vida feliz al lado de Antonio por muchos años, más allá de lo que representa una ceremonia", afirmó. "A los 15 años sueñas con ponerte un traje blanco y caminar hacia el altar, pero cuando se tienen 31 años se piensa en otras cosas" añade en el diario no queriendo revelar esa relación de amores y choques que mantienen.
Ya son como un matrimonio
Por su parte Antonio de la Rúa parece coincidir plenamente con la colombiana en todo. La cantante y el abogado se conocieron hace ocho años en un restaurante de Buenos Aires.
Desde entonces ha habido muchos encuentros y desencuentros de la pareja. Y ahora ya casi parecen un matrimonio de viejitos que sueñan juntos y tienen sus roces, pero siempre vuelven al punto de partida y no necesitan de ceremonias para ser felices a su manera.
Fuente-ElSemanaDigital.com
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